El Museo de la Exploración está dedicado a la historia de la Exploración humana. Las historias que se encuentran en este lugar son diferentes por épocas y lugares, manteniendo un punto en común: la necesidad de los seres humanos de superar los propios límites, sean físicos o mentales.
Este Museo muestra el trabajo realizado por varios exploradores en distintas épocas y con diferentes medios y posibilidades; queriendo demostrar cómo la historia de la exploración es la historia de las personas, o sea, el motivo por el cual la persona es persona. Porque la exploración no es simplemente descubrir nuevas tierras, sino descubrir algo nuevo en nosotros y en el ser humano en general.
La historia del Museo tiene inicio en el año 2009, cuando nos enteramos que en los años 1965 y 1967 algunos astronautas de la misión Apollo llegaron a un lugar cerca de Húsavik, para hacer una parte de la ejercitación geológica. Parece ser que Islandia, en la Tierra, es el lugar más parecido a la luna, por la geología de origen volcánica y la ausencia de vegetación.
Esta información tenía que ser valorada porque sólo pocas personas en Islandia conocían el papel importante que había jugado su nación en esa conquista histórica.
En primer lugar tratamos de interiorizarnos en el tema referente al adiestramiento y a la permanencia de los astronautas en el lugar, reuniendo documentación, artículos de diario, objetos usados, material fotográfico, etc.
En el 2011 organizamos una exhibición a la Culture House, con algunas fotografías en nuestro poder. Este fue el inicio de un proyecto muy ambicioso: un Museo.
El plan original era de hacer un área dedicada a la luna y a su exploración. Con el tiempo fue evidente cómo el estudio de la luna y el espacio fueron una típica actitud humana: la necesidad de ir siempre más adelante, más allá de los límites conocidos para aportar mayor progreso al género humano.
La exploración del espacio es uno de los últimos objetivos en este campo. En tiempos pasados, los límites fueron otros –océanos, desiertos, territorios desconocidos, ríos, montañas, polos- pero en todos hay un punto en común: los esfuerzos del hombre por ir más allá.
Y es este el objetivo de nuestro Museo: mostrar historias de exploraciones, historias de las cuales nos sentimientos parte; porque una determinada empresa no pertenece sólo a la persona que la realiza, sino que gracias a ella esa conquista nos pertenece a nosotros también.